02
May
A los 9 años, Quevedo comparece ante el tribunal acusado de violar a una preciosura de 18. En plena audiencia, el juez le pregunta a la abogada:
¿Qué puede decir a favor de su defendido, doctora?
La abogada le baja los pantalones a Quevedito, le coge el pipà y se lo muestra al magistrado:
Mire que tamañito tiene, señor juez. ¿Cómo van a acusar a este niño de semejante delito? ¡MÃrelo! ¿Ud. cree que con una cosita tan pequeñita se puede violar a una mujer?
Y Quevedo le murmura al oÃdo:
¡Doctora, no me lo siga sobando que perdemos el juicio!