El piloto del avión se dirige por los altavoces a todos los pasajeros:

Buenas noches, señores pasajeros. Les habla el comandante. Volaremos a 30,000 pies de altura y bla bla bla, bla bla bla…

Total que acaba de hablar y se le olvida desconectar el micrófono. A continuación, le dice a su ayudante (y sigue oyéndose fuera):

Bueeeno… Ahora pongo el piloto automático, luego me tomo un cortadito y después le echo un polvete a la azafata…

Y una azafata que estaba al fondo del avión, oyendo por los altavoces el desaguisado, se puso a correr despavorida por el pasillo, para apagar el micrófono.

Pero, cuando pasó por delante de uno de los pasajeros que estaba en las primeras filas, éste le dijo, socarrón:

¡Tranquiila! ¡No coorra! ¡Que primero se iba a tomar un cortaado!