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Dec
En cierta ocasión, un par de compadres que hacÃa ya tiempo que no se veÃan se encontraron:
Hola, compadre, ¿cómo ha estado?
Muy bien.
Cuénteme, ¿sigue trabajando en aquella carnicerÃa donde le conseguà trabajo?
No, ya no. ¡Me corrieron al tercer dÃa!
¿Por qué? ¿Pues qué hizo?
Nada, que le metà el dedo a la rebanadora.
Asustado, el otro pregunta:
¡No la haga, compadre! ¿Y qué le pasó en el dedo?
Pues a mà nada.
¿Y a la rebanadora?
A ella también la corrieron.