Este era un chinito cocinero de un barco mercante y del cual todos los tripulantes se burlaban, le hacÃan majaderÃas y bromas pesadas que normalmente terminaban en gritos e insultos tanto de los tripulantes como del chinito.
Un buen dÃa, el capitán del barco viendo que las discusiones eran cada vez más frecuentes y disparejas, se propuso acabar con el desorden de una vez por todas, reunió a todos los tripulantes y mandó llamar al chino, dirigiéndose a los tripulantes les dijo que no querÃa seguir escuchando los pleitos y quien lo hiciera serÃa arrestado y permanecerÃa en prisión hasta llegar al puerto en donde serÃa despedido. Les pidió a todos que se disculparan ante el chino y que todos hicieran las paces para continuar la travesÃa sin problemas.
Convencidos por el capitán, los tripulantes se disculparon y le dijeron al chino que ya no se meterÃan con él en lo sucesivo.
El chinito dijo:
¿Develas tlipulantes dejal en paz a chinito?
Siii gritaron todos a la vez.
En ese caso chinito ya no olinal más en el café del desayuno.