La felicidad de la casa
La felicidad de la casa se va y en su lugar contrata la señora de la casa una sirvienta llamada Margarita, de muy buen ver.
En esos dÃas el patrón estaba de viaje y al llegar ve la tremebunda y buenÃsima margarita.
Pasan los dÃas y el patrón empieza a acosarla, pues que querÃa con ella, y asà todos los dÃas, hasta que un buen dÃa la pesca y le dice que sÃ, pero Margarita le pregunta varias veces al patrón que si tenÃa sida. El patrón se la lleva a la cama y después de un buen rato de fornicar terminan, y el patrón le dice:
Oye Margarita, por qué me preguntabas tanto que si tenÃa sida.
Y Margarita le contesta:
¡Es que no me gustarÃa que me lo volvieran a pegar!
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