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Oct
Se reúnen un francés, un alemán y un tontilandés para aclarar cual de sus esposas es la más pendeja.
Inicia el galo:
Oui, mi esposa es la más pendeja: ella mandó construir una alberca en la casa y ni siquiera sabe nadar.
Es el turno del germano:
No, la más pendeja es mi esposa: ¡imagÃnense que se compró un Mercedes y ni siquiera sabe manejar!
El de Tontilandia remata:
¡Joder, que la más pendeja es mi esposa! Se va de paseo una semana en un crucero por el Caribe con dos amigas y compró tres cajas de condones… ¡Y ni siquiera tiene pito!