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May

Tres exploradores se internaron en

Tres exploradores se internaron en lo más profundo de la selva. Al tercer día fueron capturados por una tribu, que acostumbraba fabricar canoas con la piel de sus víctimas.

El jefe de la tribu les dice a los prisioneros que pueden pedir un último deseo. El primero, buscando ganar el mayor tiempo posible, le dice que quiere enviar un email a su esposa. El jefe sonríe y lo invita a su choza y le muestra una computadora último modelo. Veinte minutos más tarde la piel del prisionero está secándose al sol en espera de ser convertida en una canoa.

El segundo se exprime el cerebro y dice que le gustaría tocar la luna antes de morir. El jefe manda a dos personas al museo más cercano. Dos días después regresan en sus canoas con un pedazo de roca de la luna. Media hora más tarde la piel del pobre prisionero es tendida cuidadosamente en espera de convertirse en una canoa.

El tercer prisionero pide un tenedor. El jefe se muestra extrañado, pero accede a su última voluntad. Entonces el prisionero grita: Miren lo que hago con su puta canoa. Y comienza a clavarse el tenedor por todo el cuerpo.

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