20
Apr
Un matrimonio circulaba en su vehÃculo por la cordillera alpina sin decirse ni una palabra debido a una pelea que acababan de tener, y sin ninguna perspectiva de reconciliación.
Mientras pasaban por una hacienda, donde habÃa varias mulas y cochinos, el esposo sarcásticamente preguntó:
¿Familiares tuyos…?
SÃ… mis suegros.