Un torero recibía las últimas instrucciones de su maestro, antes de salir por primera vez al ruedo. Le fue recomendado que el secreto estaba en colocar el capote a la altura de las pelotas y dejar que el toro pase por el capote.

El torero novato espera en la mitad de la plaza y de pronto sale un toro de 500 kgs. y en la primera embestida, con el capote puesto a la altura del cuello, lo arroja violentamente por los aires.

Su maestro, consternado y en camino hacia el hospital, le reclama el porqué no cumplió con haber colocado el capote a la altura de las pelotas, respondiéndole el torero:

Con la salida de ese animal, dónde crees que las tenía…