Un turista se encuentra paseando por Londonderry, Irlanda del Norte, en una de las temporadas con más terrorismo en esa zona. Total, que va paseando tranquilamente de noche cuando, repentinamente, nota que alguien le agarra por detrás y le aprieta con algo frío y metálico en la nuca y le pregunta:

¿Eres protestante o católico?

Asustado, el pobre turista trata de pensar rápidamente en una respuesta aceptando que si fuese un nativo de la zona tal podría adivinar la respuesta correcta por el acento de su agresor, pero su dominio del idioma no llega tan lejos. Desesperado, piensa que también podría ayudarle saber cómo va vestido, pero lo único que puede ver de su atacante es la manga alrededor de su cuello. También, si conociese mejor la ciudad, sabiendo en que barrio está, podría tener alguna pista. Así que sin tener ni idea de que religión debe decir, el viajero opta por eludir la cuestión y responde:

¡No, soy judío!

¡Alabado sea Alá, soy el árabe más afortunado del Ulster!