Unos amigos fueron a trabajar al campo. Horas después, se pusieron a jugar cartas. La mesa era un trozo de madera grande y las sillas eran trozos de madera más chicos. Mientras jugaban estaban tomando chicha (licor chileno). Tras un buen rato estaban bien borrachos y a uno se le ocurrió ir al baño:

Compadre, compadrito, voy y vuelvo.

Vaya nomás compadrito.

Cuando volvió se le olvidó subirse el cierre del pantalón y cuando se sentó el pene quedó encima de la mesa.

¡Lucho, Lucho, hay una culebra en la mesa weon!

Quédate quieto weon.

¡Me va a morder, me va a morder!

El otro saca un palo gigante y le manda en plena penca.

¡Lucho, Lucho, pégale de nuevo que me mordió!