En el aeropuerto de Nueva York se encuentra un boeing 747, listo para despegar, lleno de pasajeros esperando que arriben los pilotos. Pasa una hora y la gente se impacienta. Por fin los pilotos llegan, pero entran por una de las puertas traseras del avión y se van caminando por todo el pasillo hacia la cabina.

Lo que más sorprende y asusta a los pasajeros es que los dos pilotos usan anteojos oscuros y bastón mientras avanzan lentamente, golpeando con el bastón los asientos para guiarse hasta llegar a la cabina. Después de mucho esfuerzo, por fin lo logran, y se enciende la señal de ajustarse el cinturón para iniciar el despegue. Se aceleran las turbinas y el aparato comienza a moverse cada vez más rápido.

Tensos, los pasajeros miran por las ventanillas y ven que la nave alcanza cada vez mayor velocidad. Así, pasa rauda el cartel que dice: Fin de pista 1000 m. Sigue avanzando. Más rápido aún, pasa el cartel: Fin de pista 500 m, mientras sigue avanzando.

En silencio, los viajeros ven como pasa a una velocidad increíble el cartel que dice: Fin de pista. En ese momento, gritan desesperados y… el avión despega. En la cabina, el piloto le dice a su copiloto:

¡El día que estos cabrones no griten, nos hacemos mierda!