Llega Bill Clinton a la
Llega Bill Clinton a la oficina de Boris Yelstin y ve que éste tiene un telefono rojo detrás de su escritorio:
¿Para que es ese telefono?, pregunta Clinton.
Para hablar con Dios, contesta Yelstin.
¿Puedo llamar?
Claro, camarada.
Clinton hace su llamada y cuando termina de hablar con Dios, Yelstin le da una factura por 3 billones de dólares.
¿Por qué tanto?, se queja Clinton.
Hablar con Dios cuesta.
Clinton paga y se despide de Yelstin. Dias despues Bill Clinton visita a Menem y ve un telefono similar:
¿Ese telefono es para hablar con Dios?, pregunta Clinton.
Pues claro, ¿querés usarlo?
Si, contesta Clinton.
Al terminar de hablar Menem le entrega la factura a Clinton:
¿Sólo 10 centavos, por qué tan barato?, pregunta asombrado Clinton.
¿Y que querés? asà cobramos las llamadas locales acá.
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