Dos tribus peleaban desde hacía muchos años y una de ellas siempre resultaba masacrada. Un misionero decidió ayudar a la tribu más débil.

Buenos días, Gran Jefe. Te voy a explicar como ganar cuando uno es el más débil.

El misionero puso la mano contra un muro y dijo: ¡Golpea!

Tras dudarlo un momento, el Jefe se decidió y envió un violento golpe. El explorador retiró rapidamente la mano y el puño del Jefe se estrelló contra el muro. El Jefe se retorció un buen rato del dolor.

¡Ves! ¡Con esta estrategia puedes vencer a tus enemigos!

El Jefe entendió la lección y convocó a todos sus guerreros.

Escúchenme, les dijo. Tengo una estrategia secreta para vencer a nuestros enemigos.

¿Cuál es esa estrategia? le preguntaron todos.

El Jefe se puso la mano delante de la cara y les dijo: ¡Golpeen!