El rey de la selva
El rey de la selva invitó a todos los animales a un gran banquete con una condición: al final, el animal más feo se quedarÃa a lavar los trastes.
Cuando terminó la comida, el león empezó a escrutar a todos los animales para determinar quién se quedarÃa. Primero pasó la jirafa y ésta dijo:
Yo no puedo ser el animal más feo, pues mi largo cuello y esbelto cuerpo es hermoso.
Pasó el pavo real: Yo con mis hermosas y suaves plumas no puedo ser.
Siguieron pasando los demás animales, hasta que al final se quedaron tan sólo el chango y el orangután. Se miran uno al otro, y después de unos segundos el chango propone:
Ya, no te hagas: yo los lavo y tú los enjuagas.
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