Un cura se presenta todos los dÃas casualmente a la una de la tarde en casa de Jaimito.
Siempre dice: ¡Ummmm! ¡Qué bien huele! ¿Qué tienen para comer?
Pues mire padre, hoy tenemos cocido. ¡Quédese!
Bueno hija, no puedo rechazar la oferta…
Y asà un dÃa tras otro. Un dÃa por el olor de la fabada, otro por el olor de la paella…, el caso es que siempre se quedaba a comer. Hasta que un dÃa el niño de la familia, Jaimito, le pregunta:
Oiga, padre. ¿A qué distancia está el cielo? ¿Muy lejos?
Sà hijo. ImagÃnate que si tirásemos una piedra desde el cielo hasta la tierra tardarÃa unos quinientos centillones de años en llegar hasta nosotros.
A lo que replica Jaimito:
Eso será porque es una piedra, que si lo que tiramos es un cura a la una menos cuarto, seguro que a la una en punto está aquà para comer…