Un día un león y un burro deciden escaparse del circo en el que trabajan. Los dos deciden vivir juntos al lado de un cerro. A los pocos días de su escape, los dos tenían muchas ganas de tener sexo pero como no había animales de su raza, ellos deciden hacer el sexo subiendo y bajando el cerro.

El león le dice al burro:

Mira burro, yo te agarro primero. Nos vamos de subida y cuando lleguemos a la cima, tu me agarras de bajada.

El burro acepta y empiezan. Cuando llegan a medias del cerro, el león empieza a rasguñar al burro. El burro se enoja y le dice al león: No rasguñes cabrón.

Pero el león le dice: Es que así soy yo, burrito.

Luego llegan a la cima del cerro y le toca al burro de bajada. Entonces ahí va el burro dejándosela caer al león. Al llegar al medio del cerro de bajada, el burro se acuerda de lo que le hizo el león y éste empieza a patear al león. El león se enoja y dice:

No eches patadas cabrón.

El burro le responde: Leoncito, yo soy así.

A los pocos días se muere el burro. Cuando los demás animales oyen de esta noticia, atienden al velorio del burro incluyendo el león. Sale una burra y dice:

Este burro fue muy bueno en su vida.

Al oír esto, sale el león y dice:

¡Si, pero de bajada fue un hijo de su pinche madre!