Una maana estaban el esposo
Una mañana estaban el esposo y la esposa durmiendo, al rato al esposo le tocó irse a trabajar y su esposa aprovechó para entrar a su amante. Después de unos minutos orgásmicos, a su esposo se le olvidó que habÃa dejado el portafolio y se devolvió por él:
Amor, se me olvidó el portafolios.
Los amantes no saben que hacer:
Métete en el clóset.
Se metió en el clóset y no se dio cuenta de que se le quedaron las güevas afuera y eran negras como la noche.
Entró el esposo y al ver eso exclamó:
Oh, mi amor, compraste equipo de sonido, déjame probarlo.
Y empezó a darle vueltas y vueltas.
El amante no sabÃa que hacer, pero algo lo iluminó y dijo:
¡Alerta, alerta le habla la Radio Cabuya. Una vuelta mas y esta güeva será suya!
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