Para reunir dinero y reparar
Para reunir dinero y reparar la parroquia, el cura Melcacho decide hacer uso de su buen paladar, como catador de vinos, apostando:
Mmmm… vino del Rin, cosecha 1974, de buen cuerpo.
¡Oooohhhh!
Boquiabiertos y apantallados, esperan a que el clérigo pruebe la segunda copa:
Cabernet 8 años, de California…
¡Ooohh!
Espléndido vino blanco, barrica de encino.
¡Aahhh!
Pero como le ha atinado a todos, el clásico apostador que no le gusta perder, pretende hacerle trampa:
¡Ãndale, mi amor, orÃnate aquà y no la tires!
¡¿Eh?!
Le llenan otra y se la dan a probar:
Mmmm… mmmmm… rubia, 30 años… 90, 60, 90 ¡y por desgracia, no es de mi parroquia!
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