Un zoológico había comprado una gorila hembra de una especie rara. Tras unas semanas, la gorila se volvió irritable y difícil de manejar. Tras examinarla, el veterinario determinó que estaba en celo, lo cual era un gran problema, ya que no había ningún macho de esa especie disponible.

Tras pensarlo detenidamente, el administrador del zoológico reparó en Manolo, un empleado responsable de limpiar las jaulas. Manolo tenía reputación de saber satisfacer a cualquier mujer y no parecía muy listo. Tal vez podrían convencerlo de satisfacer a la gorila. Así que le propusieron: ¿Aceptarías hacerlo con la gorila por 500 dólares?

Manolo dijo que podría intersarle, pero que deseaba pensarlo un poco.

Al día siguiente, Manolo dijo que aceptaba, con tres condiciones:

Primero, no quiero tener que besarla. Segundo, no quiero saber nada de hijos.

El administrador aceptó sin pestañear estas condiciones, pero ¿cuál era la tercera?

¡Bueno, me tienen que dar otra semana para juntar los 500 dólares!