Un tipo entra a una
Un tipo entra a una zapaterÃa y se le acerca el vendedor:
Buenas tardes, ¿en qué puedo servirle?
Quiero unos zapatos del número seis.
Verá, señor, no es por contradecirlo, pero a simple vista puedo ver que su número es al menos siete y medio.
Eso no importa, yo quiero un número seis, si no, no compro nada.
Está bien.
El dependiente le trae un número seis; el tipo se los prueba y comenta:
Perfecto, me los llevo puestos.
Cuando va de salida, el vendedor ve que el tipo va sufriendo porque los zapatos le aprietan. El vendedor, intrigado, se le acerca:
Señor, disculpe, pero no me puedo quedar con la duda, ¿cómo es que compra sus zapatos asÃ, si se ve que está sufriendo porque no le quedan?
Mire, le voy a contar mi historia: mi mujer me engaña con mi mejor amigo; mi hija es una puta; mi hijo es drogadicto y maricón; mi suegra vive con nosotros… ¡El único placer que tengo en la vida es cuando llego a mi casa y me quito estos malditos zapatos!
Cele mai Votate Pisici