Dos semanas después de comenzadas las clases, Anastasio, un estudiante latinoamericano, llega a un salón en la Universidad de Massachusetts. Se presenta con el catedrático; le explica su tardanza y éste le permite pasar.

Empecemos, dice el profesor, revisemos un poco de historia de EE.UU. ¿Quién dijo la frase: Denme libertad, o denme la muerte?

Un mar de caras sin sustancia se le puso enfrente, excepto la de Anastasio, quien tenía la mano levantada:

Patrick Henry, 1775, dijo en inglés.

Continuó el maestro:

¿Quién pronunció la frase: Un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no perecerá de la tierra?

Nuevamente Anastasio, con la mano en alto, responde:

Abraham Lincoln, 1863.

El educador pierde compostura y regaña a toda la clase:

Les debería dar vergüenza que este muchacho, que es recién llegado a nuestro país, sepa más que ustedes.

El maestro se vuelve hacia el pizarrón para escribir la siguiente pregunta, cuando escucha a un estudiante susurrar:

¡Malditos latinos!

¿Quién dijo eso?, pregunta, molesto, el profesor.

Primer Movimiento Raza Blanca, 1985, contesta Anastasio.

Otro estudiante, ya molesto y apabullado por la superioridad de conocimientos de Anastasio, anuncia desde el fondo:

Voy a vomitar.

¿Quién dijo eso?, inquiere, nuevamente, el maestro.

George Bush al Primer Ministro japonés, 1991, indica, otra vez, Anastasio.

Ahora, ya verdaderamente irritado, un tercer estudiante le grita a Anastasio:

¡Eh, mámame el pito!

¿Quién fue el que dijo eso?, pregunta, furibundo, el mentor.

Bill Clinton a Monica Lewinsky, 1998, afirma Anastasio.