Era un señor que se la habÃa desconpuesto el carro a mitad de una carretera y enfrente de un panteón, y le habÃan dicho que por esa carretera pasaba un coche manejándose solo. El amigo temblendo de miedo y sin saber que hacer dijo: Primer carro que pase ni raite la pido, asà me subo.
En eso alcanza ver un coche que venÃa allá lejos con las intermitentes prendidas y despacito y en cuanto pasa por allà se sube y ya arriba el amigo temblando de miedo llevaba los ojos cerrados para no ver nada. Ya casi llegando a un pueblo voltea acia el lado del chofer y ¡no habÃa nadie! y se baja como alma que lleva el diablo, corre y corre.
Llega a una cantina y le dice al cantinero entre sollozos lo ocurrido… cuando de repente se aparecen tres amigos asoleados y sudando, y el cantinero les pregunta:
¿Que a ustedes también se les apareció el fantasma?
Y les responden los amigos:
¡No!, venimos correteando a un jijo de su madre que se nos subió al carro que venÃamos empujando!