Era una vez una persona
Era una vez una persona tan rica, que tenÃa su zoológico privado. En una jaula grande tenÃa a los pájaros y a los changos (simios).
Estaba entonces el chango pasándola cuando de repente se empieza a nublar y piensa:
Chin, se me va a mojar mi traje y lo acabo de lavar pero se acuerda que el pájaro tenÃa una casa y va a ver si le da alojo y toca la puerta. Sale el pájaro y el chango le dice:
Oye pajarito, dame asilo porque quiere llover y no me quiero mojar.
Y el pajarito le contesta: No,adios y cierra la puerta.
Se va el chango y piensa: Maldito pájaro, entonses empieza a serenar y va de nuevo el chango con el pájaro y toca de nuevo.
Sale el pájaro y le dice el chango: Dame chance, ya me estoy mojando.
Y le dice el pájaro: No estés molestando, te digo que no.
Se va el chango y empieza a llover fuertÃsimo y va de nuevo con el pájaro y toca de nuevo el chango. Sale el pájaro y le dice:
¡No,puto. No estés chingando! y da el puertazo.
Moraleja: Entre más mojado está el chango más duro se pone el pájaro.
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