Estaba Jesús platicando con San Pedro en el Cielo, cuando de pronto Jesús se asoma entre una nube y le pregunta a San Pedro:

¿Qué es eso que se ve allá abajo a lo lejos?

Eso, señor, es una limosina Lincoln Town Car.

¿Y eso qué es?

Bueno, señor, es un vehículo con interiores de piel, mide más de 3 metros de largo y tiene servicio de bar en su interior.

¡Ah! ¿Y de quién es?

Bueno, señor, ese vehículo es propiedad de nuestro arzobispo en Nueva York.

Y eso que se ve más allá, ¿qué es?

Señor, eso es un Mercedes Benz. Es un carro hecho con tecnología alemana de punta, y vienen ya con computadoras que casi manejan el carro automáticamente con una tarjeta maestra.

¡Ah! ¿Y de quién es?

Ese carro, señor, es el vehículo de nuestro arzobispo en Alemania.

Sigue Jesús caminando y se detiene. Nuevamente pregunta:

¿Y aquél también es un Mercedes?

No, señor, eso es un Rolls Royce. Es uno de los carros más caros de mundo. Vestiduras de piel. Sistema blindado. Chapa de madera de cedro en su interior y está totalmente detallado a mano. De hecho, ese carro es de nuestro arzobispo en Inglaterra.

¡Caray, San Pedro, y pensar que este negocio lo empezó mi padre en un burrito!