17
Nov
Tres dueños de funerarias se reúnen para tomarse unos tragos. El primero les comenta a los otros dos que el caso más difÃcil para él fue preparar a un hombre que le habÃan dado treinta puñaladas.
Eso no es nada, a mà me tocó preparar una persona que tenÃa el brazo dentro del oÃdo y le salÃan los dedos por el cerebro, afirma otro.
Pues a mà me tocó preparar una viejita que la habÃan violado doce tipos…, declara el tercero.
¿Y dónde está la dificultad?, preguntan intrigados los otros dos.
¡En que me costó mucho quitarle la cara de felicidad!