Un hombre muy bien parecido decidió buscar a la mujer perfecta para que juntos pudieran tener los hijos más bellos del mundo.
Después de mucho buscar, conoció a las tres hermosas hijas de un granjero y pensó que cualquiera de ellas serÃa una buena elección. El granjero, que querÃa casar a sus hijas, accedió gustoso a que el hombre saliera con ellas.
Asà que el tipo salió con la primera y al dÃa siguiente le dijo al granjero: Mire, su hija es un poquitÃn, nada del otro mundo, bizca.
Al dÃa siguiente, el hombre salió con la segunda hermana y al regresar le dijo al granjero: Mire, su hija es un poquitÃn, nada del otro mundo, coja.
Finalmente, el tipo salió con la tercera y al regresar dijo: ¡Es perfecta! ¡Quiero casarme con ella de inmediato!
Meses más tarde nació un bebé. Cuando el hombre lo vio por primera vez quedó horrorizado: el bebé era el más horrible y patético que pueda imaginarse. Deseperado, el tipo corrió a ver al suegro y le preguntó cómo podÃa pasar eso con unos padres como ellos.
Mire, explicó el granjero, Ella estaba un poquitÃn, nada del otro mundo, embarazada cuando usted la conoció.