Un marido y su esposa
Un marido y su esposa al irse a pique un crucero se salvan nadando a una isla desierta donde habÃa un faro abandonado y deciden tomar turnos de 12 horas en la torre para estar en vigÃa por si avistaban un barco.
A los pocos dÃas otros dos hombres llegan nadando a la playa por la misma razón. Los dos hombres sienten una gran atracción por la mujer del hombre, pero éste hace caso omiso, pues piensa que con dos personas más el trabajo de vigÃa en la torre va a ser más llevadero, con turnos más cortos.
Una vez uno de los hombres estaba de vigÃa y a intervalos regulares gritaba: ¡Hey! ¡NO ESTEN FOLLANDOOOOO!
El otro hombre le responde: ¡Nadie está follandoooo! ¡Pierde cuidado!
Empiezan a hacer una lumbre y el hombre de arriba grita de nuevo: ¡Hey! NO ESTEN FOLLANDOOO!
¡Nadie está follandooo! ¡Estamos preparando la comida!
Intrigado, el marido sube a la torre a ver la razón por la cual el hombre grita ese disparate a cada momento. Al ver eso el otro hombre se abalanza sobre la mujer y se la empieza a trincar. Llega el marido a la caseta del faro y al mirar hacia abajo exclama:
¡Diablos, es verdad! ¡Desde aquà sà parece que están follando!
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