Un tipo que estaba a punto de morir pensaba: Creo que en esta vida he sido muy malo y San Pedro seguramente no me dejará entrar al cielo; ya sé, cuando vaya a presentarme donde San Pedro le llevaré un saco lleno de nances para sobornarlo y así me dejará entrar.

Entonces un ángel oyó el vil pensamiento de aquel hombre y fue y lo acusó con San Pedro.

Cuando al tipo le llegó la hora de presentarse ante San Pedro éste ya sabía de su plan y le dijo: Ahora por haber pensando en sobornarme en castigo te pondré que te metas todos esos nances uno por uno por el culo.

Por allá estaba el pobre hombre detrás de una nube metiéndose los nances, cuando ve al ángel que lo había acusado cagado de risa. Y entonces el mae le dice: Claro pendejo, como no eres tú el que estás en esto te cagas de risa.

A lo que el ángel le contesta: Yo no me estoy riendo de tí, me río porque allá veo venir a otro con un saco lleno de cocos.