Un viajante va por el
Un viajante va por el desierto montado en su camello. De pronto, el animal se detiene y se niega a caminar. Desesperado, el viajero mira a su alrededor y, a lo lejos, logra divisar un local con un letrero en grandes letras:
SE REPARAN CAMELLOS
Alegre, corre hacia allá y encuentra a un árabe que le ofrece repararlo por 20 dólares. El tipo los paga y el moro manda una grúa para traer al camello. Cuando éste es traÃdo, el dueño del local ordena:
Súbanlo a la rampa.
El animal es subido en la rampa y, con dos enormes piedras, le golpean en los testÃculos. El dromedario sale corriendo como alma en pena. Sorprendido, el dueño del animal pregunta:
Y yo, ¿cómo lo voy a alcanzar?
El árabe grita:
Súbanlo a la rampa.
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