30
Jul

Algunos de los mejores (o

Algunos de los mejores (o peores) momentos de la vida son:

Enamorarse… y descubrir que el implicado(a) es homosexual.

Reírse hasta que te duela la panza… y que se te salga una ruidosa flatulencia en medio de todos tus amigos.

Encontrar miles de correos electrónicos cuando vuelves de las vacaciones… pero todos son cadenas aburridas y bobas (como ésta) o publicidad o peor aún, virus del Sircam.

Manejar por algún lugar lindo… y chocar por andar baboseando.

Escuchar tu canción favorita en la radio… porque tu CD player se descompuso.

Acostarte en tu cama y escuchar como llueve afuera… para después sentir las goteras del techo.

Salir de la ducha y encontrar que la toalla está calientita… pero porque tu perro se durmió sobre ella.

Aprobar tu último examen… pero teniéndole que dar un buen billete al maestro.

Recibir una llamada de alguien que hace mucho no ves… para pedirte dinero prestado.

Una buena conversación… con un agente del tránsito que te agarró en la movida.

Reírse de uno mismo… cuando te miras al espejo.

Escuchar accidentalmente que alguien dice que estás guapo(a)… pero quien lo dice es tu mamá.

Escuchar la canción que te hacer recordar a esa persona especial… cuando te acaba de cortar.

Ser parte de un equipo… de asalta microbuses.

El primer beso en los labios… a alguien de tu mismo sexo.

Hacer nuevos amigos… pero entre los amigos de lo ajeno.

Sentir cosquillitas en la panza cada vez que ves a esa persona… cuando otro(a) se la está agasajando sabroso.

Ver felices a las personas que quieres… pero felices porque te vas a mudar a Siberia.

Volver a ver a un viejo amigo y sentir que las cosas no cambiaron… porque los dos siguen igual de pobres.

Mirar un atardecer… sí, el atardecer de tu existencia.

Tener a una pareja que te diga que te quiere… que te quiere mandar al diablo.

Reírse sin motivos… a causa de la esquizofrenia que te está dando.

Este correo-e es para comprobar qué tan supersticioso eres. Si se lo reenvías a más de veinte personas en menos de cinco minutos, te garantizamos que te sacarás la lotería (¡aunque no hayas comprado ningún boleto!). Si no lo haces, alguno de tus hijos se volverá gay. El origen de este correo-e está en indochina, en el siglo XVII y da suerte a quien lo obedece y hace desgraciado a quien lo borra (que no te engañen, en Indochina ya tienen correo electrónico desde ese entonces). ¡En serio, es infalible, le pasó a mi compadre que se encontró un billete de lotería en el piso… y era el premio gordo!

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