Una vez dos mujeres decidieron salir una noche porque sus maridos eran los que siempre salían.

Cuando regresaban en la madrugada de una buena parrandita, a una le dieron deseos de mear y a la otra de cagar, pero lo único que había cerca era un cementerio.

Decidieron bajarse, la que meó no encontró con que limpiarse, así que se limpió con el panty y lo tiró. La que necesitaba cagar tampoco encontró con que limpiarse así que cogió la cinta de una corona de flores y se limpió con ella.

La mañana siguiente los maridos se llaman y uno le dice al otro: Parece que nuestras mujeres la pasaron bien anoche, porque la mía llegó sin panties

Y el otro le contesta: Por lo menos la tuya llegó sin panties, la mía llegó con un moño en el culo que decía: Nunca te olvidaremos.