El doctor Porras un da
El doctor Porras un dÃa llevó a su esposa a cenar por primera vez al restaurante de un hotel. Al bajarse del carro el portero lo saluda muy cordialmente:
¡Qué tal doctor Porras! ¿Cómo me le ha ido? ¡Qué gusto tenerlo otra vez por acá!
La esposa extrañada le reclama con el respectivo codazo en las costillas y le dice:
¿Asà que nunca habÃas venido por acá? ¿Y cómo es que saben tu nombre?
Pura táctica para que les den propina.
Al entrar al restaurante, el mesero los ubica en la mejor mesa y les dice:
que gusto verlo doctor porras, hacÃa tiempo que no venÃa, ¿le traigo lo de siempre?
Una vez más la esposa lo codea reclamándole: No que no… ¿Que nunca habias estado aqui?
Ya te dije que son trucos que usan para sacarte más dinero del que piensas gastar.
Pasado un rato el dueño del restaurante interrumpe la música de fondo y toma un micrófono: Señoras y señores… el momento esperado por todos ustedes, he aquà a la estrella de la noche, la espectacular stripper Susan.
Acto seguido Susan empieza a caminar por encima de las mesas y se detiene justo donde estaba sentado el doctor Porras y empieza a desvestirse muy sensual mientras le bailaba mirándolo fijamente.
Cuando Susan se queda en bolas, decide animar al publico gritando: ¿de quien son estas tetas? Y todos contestan en coro: ¡de Porras!, de Porras! De quien es esta chucha? ¡De porras!, ¡de porras! ¿De quien es este culo? ¡De porras!, de porras!
Y la esposa airada la emprende contra el doctor a carterazos y patadas hasta que se suben en un taxi donde siguen la contienda.
Habiéndose medio calmado la esposa, el taxista acomoda su espejo retrovisor de modo que pueda verle la cara a sus pasajeros. Ve a la esposa, la ignora, y luego reconoce al sujeto y le dice:
Oiga doctor Porras yo le habÃa conocido a usted putas feas, pero nunca una asà tan brava!!!
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