Pepito siempre era muy optimista,
Pepito siempre era muy optimista, pero tenÃa un hermano menor que era muy pesimista. En la Navidad, los padres de los muchachos quisieron hacer un experimento para igualar un poco las emociones de los niños: al pesimista le dejaron de regalo un precioso caballo de madera de color marrón; a Pepito le pusieron un montoncito de mierda de caballo. Por la mañana, al levantarse los niños, declara el pesimista:
¡Qué regalo tan malo tengo yo: un caballo marrón, y es de madera! ¡Y yo querÃa uno de color gris! ¡Yo querÃa uno vivo!
Pepito ni siquiera podÃa ahora dejar su optimismo:
¡A mà me dejaron uno vivo, pero ya se fue!
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