Hubo una vez un concurso
Hubo una vez un concurso de a ver quién tenÃa la capacidad de masturbarse más veces seguidas.
Entra el primer concursante, Arnold Flagpole de los EEUU. Comienza: 1, 2, 3, 4, 5, …¡50! Y cae agotado.
Viene el siguiente, Gregory Noparovich de Rusia. Empieza: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, …50, …100…¡150! Casi se lo llevan en camilla.
Después entra Nkano Noacabé del Congo. Inicia: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, …50, …100, …150, …200, …500, …¡1000! Se va hospitalizado, con todo y suero.
Por último, entra don Goyito Florián de Guatemala, un viejito de 90 años. Todos se burlaban de él. Pero comienza a todo vapor: …50, …100, …500, …1000, …5000, 10000, …100000, …¡1000000! ¡Y seguÃa!
Hasta que por fin lo paran.
Ya basta don Goyito. Mire que ya ganó. Párele ahÃ. Mire que ya no tenemos cubetas que llenar.
Asà que le dan su trofeo y su corona. Luego, se va. De pronto, se dan cuenta que no le habÃan dado el cheque con el premio. Mandan a un muchacho a buscarlo a la calle.
El muchacho se topa entonces con un tipo que venÃa solo por la calle, y le pregunta:
Mire, ¿no vio a un viejito que llevaba puesta una corona y sujetaba un trofeo en su mano?
¡Ah si!, dice el tipo, Lo acabo de ver que se estaba masturbando allá a la vuelta.
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