El marido sospecha que su mujer le es infiel, va al mercado y se compra el mejor machete que consigue y lo afila hasta que queda como una hoja de afeitar. Llega a su casa y le dice a su mujer:

Mi amor tengo que salir de viaje por unos días.

Ok mi vida cuidate, le responde la mujer.

A penas el hombre sale de su casa la mujer corre rauda y veloz al teléfono a llamar su amante. El marido corre y se trepa en una rama de un árbol que quedaba justo sobre el techo de la habitación (el techo era una cúpula de vidrio transparente).

Pasado el rato llega el amante. La mujer pone a funcionar sus más ocultas fantasías sexuales y le dice al amante:

¡Amor hoy lo vamos a hacer como los perros!

¿Como los perros?

Sí, yo me voy a desnudar y voy a caminar en cuatro patas por la casa y justo en la entrada del dormitorio orinaré, tu olerás y luego correrás a montarme.

A todas estas el marido esta alerta en la rama del árbol con el filoso machete en mano, viendo toda la acción de los amantes.

La mujer empieza su show… Gatea hasta la entrada de la habitación, orina y luego se acuesta

en la cama. Llega el amante y cual perro cazador, viene olfateando hasta llegar al pozo de orina, se agacha a olfatear y cuando lo hace, dobla ligeramente la cabeza hacia arriba y ¡SORPRESA! Allí ve al furioso marido trepado en la rama y opta por quedarse inmóvil.

Pasan los minutos y de repente dice la mujer:

Mi amor ¿qué pasó que no vienes?, ¡ya oriné!

A lo que el hombre contesta:

¿Ya orinaste?, bueno, pues ahora mira para arriba para que TE CAGUES!