Un tipo era tan adicto
Un tipo era tan adicto al cigarrillo que no le importaba el lugar ni lo que estuviera haciendo, si le daban ganas de fumar y no tenÃa cigarrillos, inmediatamente salÃa a comprarlos.
Un dÃa que estaba bañándose le dieron unas ganas enormes de fumar y salió a comprar cigarrillos tal como Dios lo trajo al mundo. Cuando regresaba, vio que tres religiosas iban por su camino, asà que lo único que se le ocurrió fue ponerse como si fuera máquina expendedora de cigarrillos. Las monjas llegan y comentan:
Mira, hermana, que máquina más original de cigarrillos; voy a sacar uno.
Asà que le aprieta el miembro y ¡pum! salen sus cigarrillos. Va la segunda, aprieta y nuevamente cigarrillos; la tercera aprieta y aprieta y nada. Cuando ya se estaba dando por vencida y creÃa que la máquina estaba dañada comenta:
Vieron, a mà no me entregó cigarrillos, pero si me salió crema para la cara.
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