rase una vez un alumno
Érase una vez un alumno chino que sacaba buenas notas, pero que en una ocasión hizo el vago y sacó un cero en un examen. El chino en cuestión tenÃa 16 años. Su profesora le tenÃa un especial cariño y le dijo que fuera esa noche a su casa, a ver qué podÃa hacer por él.
El chino fue a casa de la joven profesora. Ella dijo:
Pasa dentro.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Venga, chginito, que te doy un punto.
Y el chino pasó. Dentro la profesora le dijo:
Chinito, pasa a mi cuarto.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Venga que te doy dos puntos.
Y el chino pasó.
Chinito, desnúdate.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Mira que te doy un tres, eh.
Y el chino se desnudó.
Chinito, desnúdame.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Mira que te doy un cuatro…
Y el chinito obedeció.
Chinito, bésame, tócame.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Chino, un seis…
Y el chinito besó y tocó a la maestra, que se empezó a calentar.
Chino, deja que te la chupe.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
¿Ni por un 8?
Y el chino aceptó. Después la maestra le pidió:
Chinito, fóllame.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Venga, chinito, por un 9…
Y el chinito obedeció, y resultó ser buenÃsimo en la cama. La profesora gritaba como una loca, jadeaba, sudaba. Se lo pasaban en grande los dos.
La cama crujÃa. La profesoara lo pasaba en grande pero llegó un momento en que no aguantó más…
Ah… chi… chinito… sÃ… ¡Ah…! Chinito… Por Dios, ah… para… para, por… por favor.
Chinito no quelel, chinito no quelel.
Venga, chinito, paras y te doy un 10.
¡Chinito no quelel, chinito no quelel!