Tres mulatas que van a volar en avión por primera vez platican acerca de la ropa que van a usar cuando viajen.

Comenta la primera:

Yo voy a usar unas panties rosa fluorescente.

¿y por qué?, preguntan las otras dos.

Porque si se cae el avión en el bosque y caigo con el culo hacia arriba, les va a ser más fácil localizarme.

Pues yo voy a usar unas panties anaranjado fluorescente, revela la segunda.

¿Y por qué?

Porque si se cae el avión en el mar y caigo con las nalgas hacia arriba, les va a ser más fácil rescatarme.

Yo no voy a ponerme panties, aclara la última.

¿Por qué no?, preguntan asombradas sus compañeras.

¡Ay, tontas, que no ven que cuando se cae un avión lo primero que buscan es la caja negra!

Unos tipos se fueron en un crucero, se hundió el barco, y sólo sobrevivieron dos hombres, que quedaron varados en una isla desierta. Pasa un mes y nada… pasan seis meses y nada de rescatarlos, así que ya les entraba la desesperacion de no tener mujeres. Todos los días se miraban medio raro, hasta que un día uno le comenta al otro:

Ya tenemos casi un año aquí y nada de rescatarnos y me muero de ganas de tener sexo.

El otro le responde:

¡Qué insinuas, que te pasa! Nada de mariconadas.

Pasa otro año y se miran nuevamente y dice uno: Yo ya no doy más, lo haremos.

Listo, pero tú haces de mujer.

No, tú.

No, tú…

Y así hasta el anochecer, hasta que uno dice:

Está bien, acepto, yo haré de mujer…

El otro saltaba de alegría…

…pero con una condición…

Dime, lo que sea.

¡Primero CHUPAME LA CONCHA!

Se encontraban dos viejitos cumpliendo 60 años de casados. Para festejar hacen una cena y después se van a dormir.

En la cama la vieja le pronone al marido que cada uno pida para festejar un deseo y que el otro se lo conceda. El viejo piensa y le dice: Mira mi amor, hace 60 años que estamos casados y vos nunca me practicaste el sexo oral, yo no me quisiera morir con esa inquietud por eso te pido que me lo hagas.

La vieja le dice que no hay drama. Se saca la dentadura postiza, la pone en un vaso y le hace una mamada increible que el viejo queda bizco en la cama.

Termina la vieja y le dice: Bueno, ahora me toca pedir a mi un deseo, yo con el sexo nunca tuve problemas, me gusta como lo hicimos siempre. Pero en 60 años que estamos casados vos nunca después del sexo te levantaste, fuiste a la cocina y me trajiste un jugo para tomar, por eso mi deseo es que ahora vayas a la cocina, me hagas un jugo de naranja y me lo traigas a la cama.

En eso el viejo la mira y le dice:

¡Pero hacételo vos che, vieja CHUPAPIJA!

Una mujer en el 25º aniversario de su matrimonio, cincuentona ella, con las carnes algo caídas, pero con mucha ilusión, se viste de lencería fina, con medias, ligas y tacones de aguja incluidos, entra insinuante en la habitación y se planta frente a su marido que está tirado mirando la tele:

Cariño -dice la mujer- ¿te acordás cuando nos casamos, un día como hoy,hace 25 años? Me dijiste: Te voy a comer los pechos hasta secártelos. Te voy a tocar el culo hasta que se te caiga. Te voy a hacer el amor hasta que te vuelvas loca. ¿Y hoy no tenés nada que decirme?

El marido la mira de arriba a abajo y le dice:

¡Misión cumplida!

Un negro caminaba por la selva. En una rama se encontraba un mono y, cuando pasa el negro, éste le grita: ¡negro hijo de puta!

El negro se enoja con el mono y lo amenaza: vas a ver mono, ¡me la vas a pagar!

Al día siguiente vuelve a pasar el negro, lo ve el mono y de nuevo le grita: ¡negro de mierda, eres un hijo de puta!

El negro enojado lo amenaza: ¡vas a ver mono, me la vas apagar!

Y así siguió, hasta que un día, el negro lo agarra, saca un hacha y le corta la cola.

Entonces el mono le suplica: ¡Mátame, mátame por favor! ¡Mátame! ¡Ay, mátame por favor! ¡Ay!

El negro asombrado le pregunta: oye mono, ¿por qué quieres que te mate?

Porque me van a gritar ¡negro hijo de puta!, le contesta el mono.

Una señora viaja en un taxi acompañada de su hija de cinco años. Al pasar por una esquina, la chiquilla ve a unas prostitutas y pregunta:

Oye, mamá, ¿quiénes son esas señoras?

Nerviosa, la mujer responde:

Son señoras que están esperando que sus maridos salgan de trabajar, hijita.

El taxista, que venía escuchando todo, se dirige a la madre:

¡Chingado, señora, dígale la verdad: son prostitutas!

Se hace un tenso silencio. En eso, la niña lanza otra pregunta:

Oye, mami, ¿y las prostitutas pueden tener hijos?

¡Pues claro! ¿De dónde crees que salen los pinches taxistas?

Una joven vio a un hombre atractivo en un bar, se sentó junto a él, ordenó una bebida y se presentó. Tras conversar por un rato, ella lo invitó a su casa.

Cuando llegaron, ella le preparó una bebida, encendió el televisor y se fue a poner algo más cómodo.

Al rato salió vestida con un negligee transparente, se paseó por la sala y anunció, París, 1998.

El hombre sonrió y continuó viendo la televisión.

La muchacha regresó al cuarto, se puso un traje de baño topless y anunció, San Francisco, 1997.

El hombre siguió viendo la televisión sin pestañear.

Entonces ella gritó, ¿Oye, cuál es el problema contigo?

El hombre se levantó, se bajó los pantalones y dijo: ¡Máquina podadora, 1996!

Se encuentran dos amigos en la calle: Pero Juan… ¡te has hecho una mujer!

Pues sí, me dí cuenta que me sentía mujer y me operé.

Pero eso habrá sido doloroso.

Sí, claro… me tuvieron que poner implantes de silicona, me cortaron mis partes, me depilé todo el cuerpo… un horror. Pero lo peor de todo fue cuando me tuvieron que reducir el cerebro.

Todos los animales de la selva son convocados a una reunión especial para tratar el punto de la sequía en la tierra, que los estaba azotando muy fuertemente.

Queridos amigos animales, tenemos que comisionar a uno de nosotros para que hable con el Creador y le pida que nos envíe la lluvia lo antes posible. El calor es insoportable y muchos de nuestros hermanos se han enfermado por esta causa. Por favor, que levante la mano el aguerrido hermano que esté capacitado para cumplir con esta misión.

El silencio se apoderó del lugar y ninguno levantaba la mano. Entonces, la tortuga sacó la cabeza del caparazón y dijo, muy pausadamente:

Compañeros, yo iré y hablaré con el Creador.

Todos aplaudieron, y la tortuga partió a realizar su misión. Luego de tres meses, ni llovía ni la tortuga regresaba; los animales, muy preocupados, deciden reunirse nuevamente.

Queridos compañeros, tenemos que comisionar a otro de nosotros para investigar que pasó con la tortuga, ya que ha pasado mucho tiempo, y no llegan ni la lluvia ni el invierno y la tortuga tampoco regresa. En ese momento, se escucha un ruido entre los matorrales y todos se ponen atentos; de repente, muy tranquilamente, sale la tortuga diciendo:

Si siguen hablando de mí no voy.

Se está muriendo la suegra. Toda la familia se encuentra reunida alrededor de su lecho. La viejita mirando hacia la ventana:

¡Qué lindo atardecer!

El yerno dirigiéndose a la suegra:

¡No se distraiga, mamá! ¡No se distraiga!