03
May
Entra un hombre al consultorio de un médico y le explica su problema:
Doctor, verá, mi problema es que tengo un testÃculo de madera y otro de acero.
¿QUEEEE?, exclama el doctor, no puede ser posible.
SÃ, tengo un testÃculo de madera y otro de acero.
Esto no lo puedo creer.
En serio, si desea se los muestro.
Efectivamente, se baja los pantalones y ¡zas!, uno de madera y uno de acero.
Asombroso, exclama el doctor mientras los examina meticulosamente, pero que pena por usted que nunca podrá tener hijos.
Cómo que no?, si tengo ya dos hijos, y están en la recepción.
No puede ser, hágalos pasar.
El paciente se incorpora y grita:
¡¡PINOCHO, ROBOCOB, PASEN!!