Karl Marx muere y va al infierno. Luego de una pequeña estadÃa, el diablo ya no lo soporta más porque está cansado de que les meta ideas raras a sus demonios y que los organice gremialmente. Entonces, tiene la genial idea de mandárselo por un rato a Dios, para fastidiarlo un poco. Al mes, decide llamar por teléfono al cielo para ver como andaban las cosas, marca y es atendido por un ángel:
El cielo, buenas tardes…
Buenas tardes, ¿podrÃa comunicarme con San Pedro?
Disculpe señor, pero San Pedro se encuentra en una cumbre por los derechos de los ángeles y no puede ser interrumpido.
Entonces, ¿podrÃa comunicarme con la Virgen MarÃa?
Disculpe señor, pero la Virgen MarÃa forma parte del grupo femenino por los derechos civiles y se encuentra muy ocupada.
¡Bueno, está bien, entonces comunÃcame con Dios!
Pero por favor, ¿no sabe usted que Dios no existe?