La Casa Rosada estaba repleta de cucarachas y ratas y no habÃa quién pudiera sacarlas. Desesperado, Carlitos Menem anuncia que dará lo que sea a quien pueda limpiarla de bichos y roedores.
A los dos dias llega un tipo y pide que le muestren el lugar y luego de un rato le pide al secretario presidencial que le busque la cucaracha mas chiquitita que encuentre, se la trae, la agarra, le habla al oÃdo y la deja en el piso. La cucaracha enfila para la puerta y todas las cucarachas de la Casa Rosada la siguen.
¡Muy bien, felicitaciones! exclama Carlitos, haga lo propio con las ratas y le daré lo que pida.
El buen señor hace lo mismo con la rata más chiquita y todas la demás desaparecen. Carlos Saul encantado lo besa, lo abraza y le dice que pida lo que sea, que él personalmente se lo va a conceder.
El tipo lo mira y le dice:
Traigame el peronista más chiquito que tenga.