Se encontraba un sujeto en un restaurante. Estaba comiendo cuando, de pronto, se encuentra un pelo en la sopa. Entonces le reclama al mesero:
¡Oiga, ya ni la chinga! ¡Qué clase de servicio tan pésimo hay en este negocio, Necesito hablar con el gerente para quejarme!
Espérese, cálmese, y dÃgame qué le pasa ¿Por qué está tan molesto?, dice el mesero.
Lo que sucede es que me acabo de encontrar este pelo en la sopa!, contesta iracundo el comensal.
A ver, a ver, está bien. Ese no es ningún problema. ¡Deje se lo quito de la sopa y listo! ¡Por favor, no sea tan delicado!, replica el mesero.
No, sà no es que sea delicado, lo que pasa es que me gusta cada cosa en su momento. A ver, ¿a poco a ti te gustarÃa estar mamando panocha y que de repente te saliera un espagueti?