Un barco estaba a punto
Un barco estaba a punto de ser asaltado por piratas. En la cubierta, toda la tripulación se preparaba a repeler el ataque. En ese momento el capitán lanzó a su asistente personal una orden que llenó de coraje y valentÃa a la tripulación: ¡Tráeme la camisa roja! ¡Que todos puedan verme combatir valientemente! ¡Y si soy herido, que nadie pueda ver la sangre sobre mi camisa roja!
Llega por fin el abordaje pirata y la tripulación combate valerosamente, siguiendo el ejemplo de su capitán. El barco pirata es hundido y los bandidos sobrevivientes capturados. La tripulación felicita al capitán y todo mundo festeja como se debe hasta que, ya tarde, se van a dormir.
En la madrugada, el vigÃa los despierta a todos con un grito: ¡Barcos piratas nos rodean! ¡Son al menos diez!
El capitán sale a cubierta, seguido de su asistente personal. Todo el mundo espera la frase del capitán, la exhortación al combate… Y el capitán se vuelve hacia su asistente y le dice: ¡Tráeme el pantalón café!
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