Resulta que había un concurso entre maricas para ver quién de ellos tenía el trasero más sensitivo.

Viene el primer concursante, se pone en posición de pollito tomando agua y le meten el mango de un plumero. El marica empieza a decir:

Es un plumero de mango de caoba de 30 cm, las plumas son de ganso de color rosado y algunas de pavo real.

Toda la gente empieza a aplaudir.

Viene el segundo participante, la misma posición. Le meten un lápiz y empieza a describir:

Es un lápiz marca Mongol, HB, color amarillo, le acaban de sacar punta… ¡y tiene hasta borrador!

La gente estalla en aplausos nuevamente.

Viene el tercer competidor, a éste le ponen un embudo, por donde se pueden imaginar, y comienzan a echarle una taza de café recién preparado (con agua recién hervida). El maricón chilla:

¡Ay, ay!

¿Qué pasa? ¿Está muy caliente?, le preguntan.

¡No, estúpido, no le han puesto azúcar y sabe horrible!