Un ambicioso entrenador de un
Un ambicioso entrenador de un equipo femenil de atletismo decidió darles grandes dosis de hormonas a las chicas para mejorar su rendimiento. Por supuesto, el equipo empezó a mejorar sus resultados. Pronto ganaron las competencias locales, después las estatales y finalmente vencieron fácilmente en la competencia nacional.
Después de la competencia, Penélope, una de las chicas más veloces del equipo, se acercó al entrenador y le confió:
Oiga, entrenador, tengo un problema. Me ha estado saliendo pelo en el pecho…
¡Qué!, exclamó el entrenador, muy alarmado. ¿Qué tan abajo te llega?
Y ella le responde:
Hasta los huevos. Ésa es la otra cosa de que querÃa hablarle…
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