Un tipo anda de visita en China, pero no tiene lugar donde quedarse. Tras mucho buscar encuentra alojamiento en el décimo piso de un edificio.
El anciano dueño le advierte: Tengo que decile que yo tenel helmosa hija que dolmil junto a su cualto, señol, pelo si algo llegal a pasale a ella, ustéd lecibilá los tles castigos chinos.
El tipo se va a dormir y por la noche se levanta al baño, ve a la hermosa hija del chino y sin acordarse de la advertencia del anciano se acuesta con la muchacha.
A la mañana siguiente, el tipo se iba a despedir, pero en la cama encuentra un papelito que dice:
Primer castigo chino: roca sobre las piernas y en ese momento, de la nada cae una enorme roca que lo aplasta. Sin embargo, el hombre saca fuerzas y tira la roca por la ventana.
En eso, otro papelito cae: Segundo castigo: la roca está amarrada al huevo izquierdo.
El tipo no lo piensa más y se tira por la ventana. Al ir cayendo, ve que en su camisa está escrito el tercer castigo chino: ¡huevo derecho amarrado a la cabecera de la cama!