Una seora cotidianamente quedaba complacida
Una señora cotidianamente quedaba complacida al tener sexo con su esposo. Un dÃa, el hombre tenÃa que irse de viaje por asuntos de trabajo. Al enterarse de esto, la mujer, asustada, le suplico que no se fuera ya que no podrÃa soportar un solo dÃa sin cohabitar con él. Tranquilo, el tipo le dice que él encontrarÃa la solución y pensó en comprarle un vibrador.
En la tienda, el vendedor le ofreció un nuevo tipo de vibrador, el más avanzado de todos: Budo Dick.
Mire, usted solamente tiene que decirle Budo Dick y el lugar de donde será la penetración; para detenerlo, basta con ordenarle: Budo Dick a tu caja, y él volará hacia su caja.
El sujeto quedó convencido y lo compró. Al llegar a su casa, le explica a la esposa como se usaba ese nuevo aparato.
Mira, querida, este vibrador es muy sencillo de usar y te servirá para que no te sientas sola. Únicamente le tienes que decir: Budo Dick y el lugar en donde lo quieres.
El marido emprende el viaje sin explicarle como detener el vibrador. Al quedarse sola con el vibrador, ésta ordena:
Budo Dick, a mi cosa.
En un instante, la mujer ya tenÃa al Budo Dick ahÃ. Al principio, lo estaba gozando, pero cuando ya estaba cansada y quiso detenerlo, se asustó al ver que no podÃa hacerlo. Se viste con el Budo Dick todavÃa ahÃ; se sube a su auto y, desesperada, pretende ir tras su esposo a más de 200 Km por hora. Pero un policÃa le ordena detenerse:
Voy a levantarle una infracción por conducir con exceso de velocidad.
La tipa, desesperada, le explica:
Lo que pasa es que tengo aquà un vibrador llamado Budo Dick y no sé como detenerlo. Voy por mi esposo para que me explique.
El oficial no cree nada de lo que dice. La señora suplica:
¡Por favor, ya no aguanto esta cosa!
El policÃa, burlándose, exclama:
¡Budo Dick, mi culo!
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