Un cura tuvo que pasar
Un cura tuvo que pasar la noche en un hotel. Después de estar un rato en su habitación, habló a la recepción y le pidió a la muchacha del guardarropa que subiera a cenar con él. Cuando estaban cenando, el cura empezó a hacerle insinuaciones a la muchacha, hasta que ella lo detuvo y le recordó que era un sacerdote.
No hay problema, dijo él, está escrito en la Biblia.
Después de una noche de sexo apasionado, la chica del guardarropa le preguntó dónde decÃa en la Biblia que estaba bien tener sexo de esa manera.
El cura tomó la Biblia que estaba sobre la mesa, y la abrió en la primera página donde alguien habÃa escrito a lápiz:
La chica del guardarropa es una putilla.
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