Era una vez una mujer
Era una vez una mujer que no tenÃa tetas y vivÃa muy atribulada por eso. Una vez fue donde un mago de la provincia para ver qué podÃa hacer para que las tetas le crecieran. El mago le dijo que fuera donde el Rey y le preguntara si se querÃa casar con ella. Cada vez que le dijera que NO le iban a crecer dos pulgaditas.
Ese mismo dÃa fue donde el Rey y le preguntó:
¡Rey! ¿Usted se quiere casar conmigo?
A lo que el Rey respondió: No.
Inmediatamente ¡plum! dos pulgaditas. Al otro dÃa fue donde el mismo Rey y le preguntó:
¡Rey! ¿Usted se quiere casar conmigo?
No.
¡Plum! dos pulgaditas adicionales. Al otro dÃa fue donde el mismo Rey y le preguntó:
¡Rey! ¿Usted se quiere casar conmigo?
No.
¡Plum! dos pulgaditas adicionales. Al otro dÃa se levanta la señora y dice:
Bueno, quiero dos pulgaditas adicionales.
Asà que va donde el mismo Rey y le repite su pregunta. El Rey responde:
¡Mire, carajo! ¡No, no, no y mil veces NO!
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